Sin servidores en centros de cómputo, ¿El futuro de las empresas?

Sin servidores en centros de cómputo, ¿El futuro de las empresas?

Serverless Computing – Sin Servidores de Cómputo

El término nube para muchos es casi normal y pensar en que las empresas ya están optando por este modelo es cada vez más común. Sin embargo, hubo que sortear innumerables obstáculos tecnológicos y financieros pero, sobre todo, culturales. Y, si bien se ha progresado mucho, todavía falta que las empresas comprendan el pleno valor de la nube. Justo cuando éstas estaban empezando a sentirse más o menos cómodas en cloud computing, llegó la consigna: basta de servidores.

¿Cómo sería un futuro “serverless”? ¿Deberán los CIOs repensar sus estrategias?

Cloud computing es lo que el mundo de los negocios llama ‘obvio’. Entre las ventajas de la nube están: mayor seguridad y estabilidad, reducción de costos y mayor flexibilidad. Esto último es útil cuando se necesita navegar por el terreno siempre cambiante de hacer negocios, lo que la mayoría de las empresas buscan.

Los servicios en la nube están arrasando en el mundo de los negocios y las estadísticas de adopción cuentan la misma historia.

De acuerdo con un estudio realizado por la consultora Market Research Media, para 2020 el Cloud Computing alcanzará los 270 mil millones de dólares, por lo que empresas como Google, Amazon, Microsoft, IBM, Oracle y Apple han implementado este sistema como eje de los servicios que ofrecen. Por ejemplo, Google Drive o iCloud son algunos a través de los cuales, con sólo estar conectados a Internet, los usuarios ya tienen la posibilidad de utilizar. Para llegar a estos niveles de adopción hubo que sortear innumerables obstáculos. Seguridad, control y acceso fueron los principales temas de debate.

Y ahora que las empresas, y sobre todo los responsables de TI, están empezando a sentirse más o menos confortables y confiados, aparece la tendencia en la nube “serverless”.

Sin servidores, o menos de lo mismo

Se refiere a un modelo de cloud computing en el que los desarrolladores de aplicaciones no tienen que implementar servidores ni gestionar la escalabilidad de sus aplicaciones. En su lugar, el proveedor de nube abstrae esas tareas rutinarias para que los desarrolladores puedan crear códigos para la producción más rápido que en los modelos tradicionales.

Podemos tomar parte de la definición de Deloitte para entenderlo: “es el proveedor de la nube el encargado de administrar los servidores y proporcionar un servicio de cómputo efímero para la ejecución de código a pedido, a través de solicitudes y eventos y sólo se le cobrará por esa ejecución”.

Con la informática sin servidor, las instancias en la nube ya no se asignan, sino que permanecen inactivas hasta que se soliciten para alimentar las aplicaciones y otras funciones. Por el contrario, los recursos se aprovisionan sólo cuando ocurre un evento específico.

Serverless es el modelo de servicio de más rápido crecimiento en este momento, entre otras tendencias en la nube, con una tasa de crecimiento anual del 75%, según el informe del Estado de la Nube 2018 de RightScale. Eso no es sorprendente, dada su capacidad para reducir costos, reducir la complejidad operativa y aumentar la eficiencia de DevOps.

Como nueva tecnología, existe una falta de estandarización e interoperabilidad entre los proveedores de la nube que puede conducir al bloqueo de los proveedores. Se necesita documentación de calidad, mejores prácticas y -lo que es más importante- herramientas y utilidades. Principalmente, es necesario reunir a diferentes jugadores bajo el mismo techo para impulsar la innovación a través de la colaboración.

La buena noticia es que el Cloud Native Computing Foundation (CNCF) Serverless Working Group (WG) está explorando muchas de estas posibilidades. El documento técnico que publicó enumera algunas de esas áreas, que incluyen:

  • Esfuerzos para alentar a más proveedores de tecnología sin servidor y desarrolladores de código abierto a unirse al CNCF.
  • Formas de fomentar un ecosistema abierto mediante el establecimiento de API interoperables, asegurando implementaciones interoperables con compromisos de proveedores y herramientas de código abierto.
  • Nuevas iniciativas de interoperabilidad y portabilidad similares a CSI y CNI con la ayuda de proveedores de plataformas y creadores de bibliotecas de desarrolladores externos.

Nubes públicas, privadas y de las otras

Varias compañías proveedoras de nube han impulsado la adopción de la informática sin servidor de la misma manera que, en su momento, lo hicieron para IaaS en la nube pública. Pero los clientes empresariales aún tienen necesidades de aplicaciones que son inherentemente híbridas. Algunas aplicaciones se ejecutarán en la nube privada, otras se ejecutarán en el centro de datos local de la empresa y otras están diseñadas para ejecutarse en nubes públicas.

Al habilitar modelos híbridos sin servidor que abarcan centros de datos y entornos de múltiples nubes, la adopción podría expandirse enormemente. Se espera que serverless se vuelva más común en las aplicaciones empresariales y esté más integrado con otras tecnologías, como microservicios y arquitecturas de aplicaciones tradicionales. El almacenamiento en la nube es otro de los servicios posibles, con más ventajas que desventajas.

La tecnología serverless transfiere muchas actividades de protección de datos y prevención de amenazas al proveedor de servicios en la nube. Pero también tiende a redirigir la atención de un atacante a objetivos más expuestos, principalmente las aplicaciones mismas. A medida que más empresas adopten serverless, es probable que se vea una necesidad aún más apremiante de abordar los desafíos únicos de la seguridad de una aplicación sin servidor.

Al igual que cualquier tecnología emergente, serverless está pasando por su fase de problemas de crecimiento, y eso está causando dolores de cabeza y confusión en el mercado. Pero los expertos coinciden en que estos desafíos son más que superables y seguramente el 2020 sea un claro punto de inflexión para el modelo que -lenta, pero decididamente- se encamina hacia el mainstream.

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